Es un modelo de entrenamiento en la que intervalos de baja y media intensidad se alternan con entrenamientos de alta intensidad. Se puede aplicar en rutinas de atletismo o para ejercicios localizados. Se considera que es mucho mas eficaz que el cardio normal porque la intensidad es mayor; aumentan tanto la resistencia aeróbica y anaeróbica como la quema de grasa. Los estudios han comprobado que también regularizan el metabolismo, lo que nos ayuda a seguir quemando calorías durante el día.
La energía anaeróbica es la que se emplea en todas las actividades. Los intervalos generalmente son de un minuto de actividad intensa por 10 a 15 segundos de recuperación descanso. En estos últimos se genera liberación de acido láctico. Existen otros periodos de descanso de 30 segundos en los que se logra la recuperación completa.
Este tipo de entrenamiento también nos ayuda a mejorar nuestra condición cardiovascular. Es ideal para personas que buscan perder grasa rápidamente y para definir músculos. El entrenamiento por circuitos o el Cross Fit son ejemplos ideales.
Es importante saber que no es un entrenamiento para todos los días. Se deben realizar 2 sesiones por semana y combinarlas el resto de días con entrenamiento cardiovascular y de peso para alcanzar objetivos de fuerza y mejorar la definición muscular. Una de las grandes ventajas es que lo podemos realizar en casa y sin una gran inversión.
Un entrenamiento por si solo no logra ser completo si no es complementado con una buena nutrición y estilo de vida sano.